jueves, 25 de septiembre de 2008

Sacando el Terreno que No Sirve

En el tema anterior estuve considerando con ustedes el primer paso en la construcción de tu casa espiritual. En el artículo les decia que aunque el concepto general es que lo primero que hacemos para construir una casa es el fundamento, nos damos cuenta por medio de la parabola de Jesús en Mateo 7:24-27, que lo primero que tenemos que hacer es escoger el terreno adecuado para construir la casa.

Los dejé que meditaran en la palabra del mensaje anterior, y la razón por la que lo hice es para que nos autoexaminemos y veamos en que clase de terrenos estamos construyendo nuestra casa espiritual. Hay dos preguntas que deben surgir en nuestra mente, la primera es: ¿Qué significa el terreno en lo espiritual?, la segunda es: ¿Como sé en que terreno estoy construyendo mi casa espiritual? Esas preguntas son las que pretendo contestar en este artículo.

El Terreno en el sentido espiritual se refiere primeramente a tus experiencias vividas desde que naciste, sean buenas ó malas. Es lo que a formado a la persona que eres, tus miedos, tus dudas, tus aventuras, tus retos, tus logros, tus estudios, tus derrotas y fracasos, tus decepciones, tus pecados, tus vicios, tu religiosidad ó la falta de ella, tus rencores y la falta de perdón ó el amor que siempre haz mostrado sin importar el mal que te hagan, etc. Es lo que te ha moldeado a ser lo que eres hoy. En esto podemos incluir cosas positivas y negativas, es todo lo que haz vivido hasta este momento.

Todos tenemos experiencias buenas y malas en nuestra vida y en base a estas experiencias somos lo que somos hoy. Muchas personas tienen miedo de venir y entregar su vida a Dios porque piensan que han hecho tantas cosas malas ó tienen tantos vicios y pecados que se sienten sucios ante Dios. No entienden que Jesús los acepta tal y como son, el te dice "Ven a mí" así como estás y el se encarga de hacer el cambio en tí. Y lo que sucede en este momento es lo que les expliqué en el segundo artículo, vé y leelo.

Ahora bien, una vez llegamos a los caminos del Señor, tenemos que empezar a construir nuestra casa espiritual, pero es un proceso que puede tomar mucho ó poco tiempo, depende de tí. Es en ese momento que tenemos que analizar nuestro terreno. Cuando construimos una casa física y nos damos cuenta que el terreno no sirve ó que va a ser problemático, ¿qué hacemos?. Lo más lógico es empezar a mover el terreno, empezar a sacar el terreno que no sirve hasta que encontremos el buen terreno, dejamos el buen terreno donde está y empezamos a rellenar con terreno bueno y lo compactamos para que se junte, para que se haga parte del terreno bueno existente.

Ahora en lo espiritual tenemos que hacer lo mismo. Pero te advierto que no es una cosa de la noche a la mañana, no esperes resultados inmediatos, es un proceso. Quiero compartir contigo parte de mi testimonio para que puedas entender este punto y llevarlo a tu corazón. Me voy a poner como ejemplo en este caso: Cuando yo nací, mis padres ya eran Testigos de Jehová, no fue mi decisión, fuí criado en esta religíon y se me inculcaron las creencias y leyes en las que ellos creen. Y crecí creyendo que todo eso estaba correcto y que era la volundad de Dios. Yo dediqué mi vida hasta el punto que decidí, ó mejor dicho acepté el hecho de que no iba a ir a estudiar a una Universidad, aún cuando yo era un estudiante muy sobresaliente. Una de las cosas que yo creía es que tenía que ganarme mi salvación por medio predicar de casa en casa lo más posible, otra creencia que tenía era que el Espíritu Santo no era una persona, sino una fuerza que sale de Dios, algo parecido a la electricidad. Y la otra que más me afecto era que el día que yo no fuera más parte de los Testigos, había sido rechazado por Dios y me destruiría cuando viniera el Armagedon. Digo que esa fue la más que me afecto, porque fue lo que me tuvo alejado de cualquier cosa que tuviera que ver con Dios en el tiempo que estuve alejado de sus caminos. Hay muchas mas doctrinas que pudieramos mencionar, pero por ahora voy con estas tres las cuales tuvieron un impacto en mi vida.

Bueno, entonces el el año 1996, por causa de un divorcio, abandoné a los Testigos y me fuí como decimos a gozarme el mundo. Para mí, fue un escape y me dije que si me iba a destruir lo iba a hacer con gusto. Por 9 años estuve gozando de lo que nunca había podido disfrutar mientras fuí Testigo, cosas buenas y malas. Materialmente lo tenía todo, un buen negocio y todos los juguetitos que quería, motoras, jet skis, casa, piscina, mesa de billar, barra, y muchísimos supuestos amigos. Pero no me daba cuenta que todo aquello era superficial.

No fue hasta el año 2003 cuando ya me había mudado a la Florida, cuando pasé por una depresión que me llevo hasta el punto de querer quitarme la vida, que decidí en un momento de desesperación tratar algo del pasado. Decidí orar y pedirle a Dios que si realmente el existía, entonces que arreglara mi vida. No fue algo inmediato, no cayó ningún rayo del cielo ni temblo la tierra ó se me aparecieron angeles ni nada por el estilo. Pero en lo espiritual, pasó algo muy grande lo cual yo no pude ver en ese momento.

Bueno, para hacer la historia corta, Dios empezó a cambiar mi situación, mi ambiente, mis circunstancias y acomodó las cosas como era su voluntad. La cuestión es que llege a una Iglesia Cristiana, invitado por unos familiares, después les doy los detalles, y cuando llego allí todo lo que yo creía en cuanto a religíon, el Señor lo derrumbó. Pero en mi empezó un lucha espiritual entre lo que yo creía y lo que Dios me estaba mostrando. Es en ese momento que empezamos a construir nuestra casa espiritual, es cuando traes el pasado a las manos de Dios, y el Señor junto con el Espíritu Santo de Dios empiezan la obra en tí. Acuerdate que ellos son el Arquitecto y Maestros de Obra de tu casa espiritual.

Teniendo esto claro te quiero dejar con un pensamiento, medita en esto y ponlo en tu mente y corazón. Filipenses 1:6 nos dice acerca de esta obra lo siguiente: "estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".

Yo en este momento declaro esta palabra en todos ustedes. Ahora empieza a analizar que cosas ó que terreno que está en tí no sirve y traelo delante de Dios para que pueda haber un cambio en tu vida. Si eres un cristiano que lleva mucho tiempo en los caminos de el Señor y te has dado cuenta que no sacaste de tu vida ese terreno que no servía, no te preocupes, porque a diferencia de una casa física, en nuestra casa espiritual podemos cambiar el terreno y empezar a reforzar nuestra casa espiritual en cualquier momento gracias a la infinita misericordia de nuestro Arquitecto, Jesús.

Que Dios le bendiga, hasta la próxima.

Jose G. Roig

No hay comentarios.: