martes, 13 de diciembre de 2011

Porque Dios es el que Abre Puertas

Hola mis amados lectores, aquí estoy de nuevo compartiendo con ustedes un pensamiento y la Palabra de Dios. Estuve bastante tiempo alejado de la escritura y a lo mejor se estarían preguntando que estaba pasando.

Personalmente me encontraba en una etapa de transición, esperando en Dios para que fuera El acomodando las cosas según su voluntad. Durante ese periodo, estuvimos trabajando para el ministerio local y Dios fue trabajando con nosotros, como familia, y pasamos por diferentes situaciones las cuales han pulido nuestra personalidad. Al mismo tiempo estas situaciones nos preparan para impulsarnos a un nuevo nivel en nuestra relación con Dios y el ministerio.

Hemos aprendido que dependemos de Dios y no de ningún hombre. Dios es nuestro Padre perfecto, el cual no importando por lo que estemos pasando, siempre estará dispuesto a escucharte y dirigirte por el camino perfecto de su voluntad. También hemos visto como cuando el hombre quizás quiera tronchar tus planes y te cierra puertas, Dios pone planes mayores en tus manos y abre puertas de manera sobrenatural.

Y sin darles muchos detalles, eso es lo que ha estado pasando en nuestras vidas y en el Ministerio de Casa Espiritual. En cuanto al libro, “Construyendo tu Vida como una Casa Espiritual”, seguimos trabajando en la revisión de la traducción al inglés y una vez que se complete el proceso espero publicarlo en inglés.

Muchas veces pudiera parecer que las cosas que pasan en nuestra vida nos alejan cada día más del propósito perfecto de Dios. Pero he podido reconocer que al contrario de eso, las experiencias, situaciones y dificultades que experimentamos, son necesarias aunque a veces nos duelan, para poder adquirir la madurez necesaria y seguir hacia adelante. Estas situaciones han incluido el reconocer cuando tu tiempo se ha cumplido en un ministerio o iglesia a la cual has asistido o a la cual has ayudado por mucho tiempo y poder moverte hacia adelante para cosas mejores y mayores.

El hecho de dejar de asistir a la iglesia que acostumbrabas reunirte, no te separa de la unión que existe como miembro del cuerpo de Cristo, que es la iglesia en su totalidad o mundial. La lealtad se la debemos a Dios y cuando el hombre quiere detener la obra de Dios, es tiempo de sacudirnos la tierra de encima y levantarnos a otro nivel que nos permita continuar con el trabajo que tenemos que hacer. No podemos perder la visión que Dios nos ha dado ni el sueño que el ha puesto en nuestro interior, porque no importa las puertas que el hombre quiera cerrar delante de ti, solo Dios las puede cerrar y abrir.

Dios dice en Isaías 45:1-2: “Así dice el Señor a Ciro, su ungido, a quien tomó de la mano derecha para someter a su dominio las naciones y despojar de su armadura a los reyes, para abrir a su paso las puertas y dejar abiertas las entradas: Marcharé al frente de ti, y allanaré las montañas; haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro.”

Una de las cosas más importantes mientras se pasa por este proceso o etapa, es no dejar de alimentarte de la Palabra de Dios. Solamente el tiempo de intimidad con Dios y su Palabra te sustentan y alientan a no desmayar ante la tormenta. Ese es uno de los problemas principales del pueblo de Dios hoy día. La falta de estudio personal de la Palabra la cual te dará revelación directa de parte de Dios.

Muchos esperan a alimentarse de la Palabra solo cuando van al edificio que llamamos equivocadamente “Iglesia”, porque la Iglesia Verdadera no esta en un edificio sino en todos nosotros que somos parte del Cuerpo de Cristo. El problema de esto es que cuando esperamos solamente por el mensaje del pastor, no sabemos si el alimento es legítimo o si proviene de Dios, porque no comparamos o confrontamos con la palabra. Se ha enseñado que es malo cuestionar porque los pastores son personas de Dios y lo que ellos digan eso es.

Bueno, te tengo malas noticias. Los pastores son humanos y cometen errores, muchos de esos errores también lo cometen con la palabra. Quizás no lo hacen intencionalmente, pero queda de nuestra parte el poder discernir cuando una Palabra viene o no de parte de Dios. Cuando se saca a Jesús del centro de nuestros mensajes, existe un problema serio. El alimento de la Palabra que nos sustenta proviene única y exclusivamente de la Palabra de Dios. Como siervos de Dios tenemos la gran responsabilidad de compartir su Palabra y Evangelio de una manera pura y sin mancha.

Mis planes futuros son seguir y levantar de nuevo el Ministerio Casa Espiritual, por medio de continuar escribiendo en este “Blog” y muy pronto comenzar a producir el programa semanal en el “Podcast”. Así que pendientes que nos queda mucho trabajo por hacer y lo más importante en estos tiempos es expandir el Reino de Dios por medio de llevar las buenas nuevas de salvación a todo lugar que se nos permita.

También quiero compartir que Dios me ha abierto una puerta la cual nunca me imagine hubiera sido posible. Empezando en la próxima edición del Periódico El Mundo, un periódico semanal hispano el cual se publica en el área central de Texas, estaré escribiendo una columna con el tema principal de: “Rompiendo Esquemas”. Esta oportunidad ha sido una bendición que solo Dios puede dar, por medio de poner las personas y conexiones apropiadas.

Por medio de esta columna podremos alcanzar a muchos que necesitan un mensaje de esperanza y fuera de lo común. Porque esa será nuestra meta, como lo dice el tema estaré rompiendo con ideas preconcebidas que moldean nuestro comportamiento. Los temas estarán dirigidos al rescate de nuestros valores morales y espirituales, al rescate de nuestra familia y nuestra identidad como sociedad y comunidad. Pero siempre enfocado en el punto de vista de Dios acerca del tema.

Así que si quieren estar al tanto de esta columna, pueden leer el periódico y si no lo consiguen, vayan a la página de Internet: www.elmundonewspaper.com. Con eso les dejo, dejen sus comentarios y que Dios les siga bendiciendo abundantemente.

Sinceramente,

José G. Roig