martes, 20 de marzo de 2012

Libertad en Cristo, su verdadero significado–Parte III

 

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(Advertencia: esta serie de artículos no es apto para religiosos con una mente estrecha, puede cambiar tu vida y romper con tus ideas preconcebidas de lo que la verdadera libertad en Cristo significa y como recibir su Gracia Divina. Si deseas que tu vida de un giro de 180 grados y quieres caminar en victoria, entonces esta serie de artículos es para ti, sino en toda confianza puedes darle “clic” a la “X” que se encuentra en la esquina superior derecha de tu pantalla.)

Hola amados lectores, aquí continuando con este tema tan interesante, veremos la importancia de reconocer nuestra identidad como seguidores de Jesús.  Como han visto en los artículos anteriores, nuestra libertad en Cristo es primeramente un estado mental, es nuestra libertad de espíritu.  Es el tipo de libertad que se puede obtener aun cuando no se tiene una libertad física.

La Religión Esclaviza

Yo se que para muchos esa declaración puede ser algo chocante, pero mi interés es enfrentar una realidad la cual hoy día ha paralizado al cuerpo de Cristo.  Antes de juzgarme, permítanme exponer mi punto de vista basado en mis experiencias personales. 

Una de las primeras cosas que hice cuando empecé a escribir de este tema, fue tratar de encontrar una definición de lo que es “religión”.  La palabra “religión” se ha tratado de definir de tantas maneras y por tantas personas, que en realidad lo que encontré fue confusión.  Antropólogos, sicólogos, teólogos, científicos, doctores y lideres religiosos, todos han tratado de presentar una definición de “religión” según sus puntos de vista.

Pero en resumen, la “religión” como se conoce hoy en día se define como la búsqueda del hombre hacia Dios y en la mayoría de los casos se puede usar para definir una organización o secta específica.  A través de la historia de la humanidad, el hombre siempre ha reconocido la existencia de un ser superior, un ser que esta por encima de todo y en ese intento han tratado de definir a este ser supremo.  Lamentablemente en esta búsqueda por descubrir y agradar a este ser supremo, se han creado miles y miles de creencias, sectas y religiones.

Este anhelo del hombre por encontrar y agradar a un ser superior, ha traído una mega-confusión en el mundo entero y es por eso que hoy día vemos tantas religiones organizadas a través de todo el mundo.  Se han cometido crímenes, guerras, atrocidades y abusos en nombre de la religión, pero con la buena intención de agradar a un ser supremo o quizás múltiples seres, los cuales se identifican como dioses.

La “religión” ha logrado manipular a las masas, por medio del uso de reglas, leyes e intimidación.  Lamentablemente, muchas personas se han sentido que tienen que obedecer las normas establecidas por la tradición, para poder agradar a su dios.  ¿Pero entonces, cual es el camino correcto a seguir?  ¿Como podemos saber si estamos siguiendo una religión o realmente estamos haciendo la voluntad del Dios verdadero?

Dios quiere relacionarse con la humanidad

La raíz del problema de la religión se basa en que es una búsqueda del hombre hacia Dios y no de Dios hacia el hombre.  La religión va en busca de intereses humanos y de lo que el hombre cree que agrada a Dios, no va en busca de escuchar la voz de Dios, de buscar su presencia y de establecer una relación de amor entre los humanos y Dios.  Cuando leemos y estudiamos la palabra de Dios, podemos ver que desde el principio de la creación, el propósito divino para la humanidad está explícito en su palabra.

Dios anhela una relación personal con su creación, una relación que se vio tronchada por culpa del pecado de Adán y Eva.  A pesar de que hubo ese rompimiento, el propósito de Dios nunca ha cambiado y El ha tratado con la humanidad a través de la historia para establecer esa relación.  Dios trato con un pueblo escogido y les dio “la Ley”, la cual vino a demostrar que por nuestras fuerzas y obras no podemos alcanzar esta relación.  El propósito de “la Ley”, fue para demostrarnos que por medio de reglas, leyes y obras no podemos agradar a Dios.  Por más que aquel pueblo se esforzara por cumplir la ley, siempre se quedaban cortos en cumplirla.

Pero aún a pesar de no poder cumplir “la Ley”, podemos ver la misericordia y la gracia de Dios para aquel pueblo.  A pesar de todo, siempre tuvieron la cobertura divina y Dios cumplió sus promesas para con ellos.  Su anhelo era estar con ellos, hasta el punto que su presencia se manifestaba en el templo, aunque solo estaba limitado a ciertas personas, el pueblo de Israel sabia que Dios estaba con ellos.

Entonces podemos ver que en la búsqueda del hombre por Dios, “religión”, nos quedamos cortos y no alcanzamos realmente la plenitud de una relación con Dios.  Ahora bien, cuando es todo lo contrario, entonces cambia la historia, y la historia sí cambió porque Dios en su anhelo por relacionarse con su creación envió lo más preciado para El.  Nos envió a su único hijo, envió a Jesús como humano aquí a la Tierra.

Ahora no es el hombre en busca de Dios, “religión”, sino Dios en busca del hombre, “relación”.  Es el mismo Dios proveyendo a la humanidad una salida y una reconciliación que ninguna “religión” puede dar. 

Mi experiencia con la “Religión”

Antes de explicar como Dios re-estableció su relación con la humanidad, siento que este es el momento apropiado para compartir con ustedes algunas de mis experiencias con la “religión”.  Se que al compartirlas, muchos de ustedes se van a identificar conmigo y podrán tener un mejor entendimiento de lo importante de reconocer que somos libres en Jesús y no esclavos de un sistema tradicional y religioso.

Mi primera experiencia con la “religión”, ocurrió desde mi nacimiento.  Cuando tuve el gran privilegio de nacer, mis padres ya estaban firmemente practicando la “religión” de los Testigos de Jehová.  Nací y fui criado en medio de este ambiente, era mi estilo de vida, y desde niño se me enseño la doctrina.  Para mí era el camino correcto, era lo único que había conocido, me enseñaron el respeto y amor por la palabra de Dios. 

Quizás muchos de ustedes conocen un poco de los Testigos de Jehová, es una “religión” controlada y administrada por la Sociedad Watch Tower, la cual esta establecida en el estado de Nueva York.  Desde allí, lo que ellos llaman un “cuerpo gobernante” compuesto de un grupo limitado de personas, dirige y provee todo lo que se enseña en sus congregaciones en el mundo.  Son los que establecen las reglas y son los únicos que pueden interpretar la Biblia y proveer lo que ellos llaman “alimento” a sus miembros.

Hay varias cosas que quiero explicar, como miembro de los Testigos de Jehová, uno tiene que someterse a sus reglas, leyes y enseñanzas sin cuestionar, el cuestionar se considera rebeldía y desobediencia al “cuerpo gobernante”, lo cual puede terminar en disciplina o expulsión.  Los Testigos de Jehová no creen  en el Espíritu Santo de Dios como una persona independiente, sino como una fuerza que sale de Dios, la cual comparan con la electricidad.

Aún cuando creen en esta fuerza o electricidad, tampoco creen que esta disponible para todos sus miembros, sino para un grupo selecto de individuos, los cuales se hacen llamar “ungidos”.  Estos “ungidos” son los únicos que tienen una esperanza de vida celestial al morir y el “cuerpo gobernante” se compone de varios de estos “ungidos”.  A los Testigos de Jehová se les prohíben estas y muchas cosas más:

  1. Participar en días de fiesta, ningún día de fiesta.
  2. Participar en cumpleaños, solo celebran aniversarios de bodas.
  3. Saludar la bandera.
  4. Ponerse de pie cuando se toca el himno nacional.
  5. Participar de cualquier ceremonia que honre a un ser humano.
  6. Leer libros cristianos que no sean publicados por la Sociedad Watch Tower.
  7. Escuchar música cristiana, pero si pueden escuchar toda otra música.
  8. Solamente pueden usar la Biblia publicada por ellos.
  9. Participar en una oración con gente que no son Testigos, si ellos no hacen la oración.
  10. A los varones se les prohíbe tener barba o el cabello largo.
  11. A las mujeres se les prohíbe usar pantalones para sus reuniones.
  12. Casarse con alguien que no sea Testigo de Jehová.
  13. Aconsejan fuertemente en contra de la educación universitaria.

Además de estas prohibiciones, los Testigos de Jehová tienen que cumplir con estos requisitos y muchos más:

  1. Participar y asistir regularmente a todas las reuniones, niños, jóvenes y adultos juntos.
  2. Predicar de casa en casa de forma regular, dar estudios bíblicos e informar toda la actividad que hacen en un informe mensual a la congregación.
  3. Obedecer y aceptar sin cuestionar toda la enseñanza que proviene del “cuerpo gobernante”.
  4. Bautizarse jurando lealtad a la organización de los Testigos de Jehová en el proceso.

Bueno, esas son algunas de las leyes y reglas de las cosas que no se pueden hacer y cuando no se cumplen tienen consecuencias para la persona.  Cuando se violan estas reglas, una de las prácticas más comunes es de limitar los privilegios de participación a la persona  que falla, hasta el punto de practicar un proceso judicial dirigido por sus lideres, los cuales llaman '”ancianos”, el cual puede decidir si censurar públicamente a la persona o expulsarla de la congregación.  Este tipo de acción tiene consecuencias muy fuertes en la persona, porque en ese momento pierdes prácticamente todo, hasta tus amigos y familia.

En el caso mío, que desde mi nacimiento lo único que conocía era esto y mi vida se centraba en los Testigos de Jehová, salir de esta religión significaba perderlo todo, mis amistades, familia y todo lo que había yo construido espiritualmente.  Por eso, puedes ver como la “religión” esclaviza y manipula a sus miembros.  No todos están dispuestos a sacrificar una vida de esfuerzos y perder hasta el saludo de tus amigos y familiares, ellos saben que como humanos anhelamos y necesitamos las relaciones personales.

Los Testigos de Jehová no creen en la salvación por gracia que obtenemos por medio de aceptar el sacrificio de Cristo, sino en un constante esfuerzo y trabajo para obtener la salvación.  Una salvación basada en las obras de la cual claramente la palabra dice en la carta a los Efesios, capitulo 2, versos 8 y 9: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”

Ahora, muchos quizás me digan: “Pero José, algo bueno tuviste que haber sacado de esta religión.”  Pues les diré que sí, primeramente me crié en un hogar tranquilo donde nunca hubo abuso físico ni necesidad material.  Tuve que pasar por una niñez y juventud fuertes, siendo muchas veces objeto de burla por no participar de actividades con mis compañeros de escuela, pero me mantuve alejado de problemas, drogas y promiscuidad sexual.  Así que podemos ver que muchas veces las leyes y reglas de las religiones, al cumplirse, te protegen y te alejan de problemas pero no te dan puntos extras con Dios.  Los miembros de la “religión” cumplen con estas reglas y leyes por el temor de no fallar a sus líderes religiosos, no por temor de fallarle a Dios.

En el siguiente articulo les contaré como salí de la religión, mis experiencias después de salir y lo más importante, como establecí mi relación personal con Dios.  Esta serie de artículos esta en proceso, no voy a escribir sin que Dios ponga en mi corazón estas palabras, así que tengan paciencia porque hay mucho más por venir.

Hasta la próxima y dejen sus comentarios,

J. Roig