martes, 7 de febrero de 2012

Libertad en Cristo, su verdadero significado – Parte I

(Advertencia: esta serie de artículos no es apto para religiosos con una mente estrecha, puede cambiar tu vida y romper con tus ideas preconcebidas de lo que la verdadera libertad en Cristo significa y como recibir su Gracia Divina. Si deseas que tu vida de un giro de 180 grados y quieres caminar en victoria, entonces esta serie de artículos es para ti, sino en toda confianza puedes darle “click” a la “X” que se encuentra en la esquina superior derecha de tu pantalla.)

"Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud." (Gálatas 5:1 NVI)

Dejemos de Pensar como Esclavos

Hablar de esclavitud hoy día nos trae memorias horribles que muchos de nosotros conocemos solamente por su registro en la historia. Nos traen a memoria los maltratos, sufrimientos y el abuso de poder que experimentaron los esclavos. Muchos quisieran borrar esas experiencias de los libros de historia, pero es imposible porque fue algo real que sucedió y nos enseña muchas lecciones.

Lamentablemente hoy día todavía existe la esclavitud y el tráfico de humanos a un nivel alarmante. Es un problema real que puede estar pasando muy cerca de nosotros y muchas veces pasa desapercibido. Es un tema que ha llamado mi atención en estos últimos meses, y una de las cosas que me sorprende es que muchas de las víctimas se sienten culpables y ni siquiera delatan la situación a las autoridades.

Analizando este problema podemos ver como la mente humana puede ser manipulada hasta el extremo de convencer a una persona y mantenerla en un estado de esclavitud. Muchas veces aún teniendo la oportunidad de escapar de esa situación. Esto es algo que no nos debe extrañar, pero nos hace pensar en el daño que la mentalidad de esclavitud causa al ser humano.

Les voy a contar una historia: había una vez un hombre llamado Luis, Luis nació en una época donde la esclavitud era legal. Sus padres fueron vendidos como esclavos en África y trasladados en naves marítimas a una tierra lejana. Ellos no sabían o entendían lo que estaba sucediendo, su educación era muy limitada para entender que iban a ser usados como esclavos para complacer las exigencias de sus ahora dueños o amos.

Para los padres de Luis, llegar a una tierra desconocida y sin recursos o ayuda para salir de su situación, fue algo terrible. Pero no tuvieron mas remedio que someterse a los maltratos y largas horas de trabajo que les imponían sus amos. Y así pasaron los años hasta que un día nació Luis y en medio de lo que ellos podían llamar felicidad, sus padres celebraron su nacimiento. A través de los años, los padres de Luis se acostumbraron a su estilo de vida y para evitar maltratos cumplían con todas las exigencias de sus amos y aún más.

Luis creció en ese ambiente, para él aquellas circunstancias eran normales, él nunca había conocido otra cosa, ni siquiera conocía la palabra “libertad”. Creció viendo a sus padres cumplir con las pesadas cargas impuestas y si no cumplían eran castigados y golpeados frente a sus ojos. Pero a pesar de los maltratos, no les faltaba la comida, comían de las sobras de sus amos, pero siempre comían. Vestían de ropas gastadas, pero vestían, vivían en casas deterioradas, pero tenían un techo.

Sucedió que un día, el gobierno de aquella tierra decidió que la esclavitud era inhumana y les concedió la libertad a todos los esclavos. El gobierno pagó a los amos por la libertad de todos los esclavos, pero cometieron un error, y ese error fue que no les enseñaron a ser libres. Simplemente los dejaron ir y entre ellos formaron comunidades de "esclavos libres". Libres en cuerpo, pero esclavos en su mente, porque nunca experimentaron la libertad. Los que habían nacido en aquella situación, como Luis, no conocían otra cosa que no fuera la esclavitud y sus mentes todavía estaban esclavizadas.

Luis se sentía perdido y decidió volver a la casa de sus amos para pedirles que le dejara estar bajo su dominio, porque él se sentía que no podía sobrevivir como una persona libre. Ellos le dijeron: "pero si tu precio ya fue pagado por tu libertad, ¿para que quieres volver a ser esclavo?

Muchos nunca pudieron salir de su mentalidad de esclavitud. En vez de superarse y disfrutar de la libertad y las oportunidades que ella trae, se convirtieron en parásitos de un gobierno el cual mediante ayudas sociales los mantenía esclavos de un sistema al cual no le veían salida. Sí, aún hoy día vemos los resultados de una mentalidad de esclavitud.

Rompe las Cadenas


No todos se quedaron en esa situación, gracias a que muchos tuvieron una visión amplia de lo que significaba aquella nueva oportunidad, pudieron romper sus cadenas físicas y mentales. Fueron visionarios que aprovecharon y aun hoy día no ponen excusas ni usan su raza para justificarse. Han sabido que solamente mediante la renovación de su mente es posible arrancar de raíz toda esclavitud de cuerpo y alma.

Gracias a otras personas que conocían el valor y el verdadero significado de la Libertad, Luis pudo transformar su mente y reconocer que la esclavitud no era una vida normal. Reconoció que él había sido creado igual que aquellos que se enseñoreaban de ellos y que él tenía los mismos derechos a la libertad que cualquier otro ser humano. Una vez que pudo experimentar la verdadera libertad, nunca volvió atrás a ser esclavo.

Usando estas experiencias como base, analicemos como podemos aplicar esto en nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios. Al principio de este artículo, escribí una advertencia, pero me imagino que si haz llegado hasta este punto es porque te interesa el tema o quizás solamente tienes curiosidad. No importa cual sea el caso, vamos a ver y a entender lo que la verdadera libertad en Cristo significa para todo aquel que quiere cumplir con la voluntad de Dios.

El verdadero problema es que hoy día muchos viven en Esclavitud Religiosa, sí, vuelvo y repito, son Esclavos de la Religión. Aunque son libres físicamente, su mente esta en un modo de esclavitud, "slave mode". Se les hace tan difícil abrir su mente y entender o asimilar la verdadera libertad que Jesús nos ha dado por medio de haber entregado su vida.

Me pregunto, ¿Por qué es tan difícil aceptar nuestra libertad? ¿Será que no podemos comprender o no cabe en nuestra mente que el precio de nuestro rescate ya ha sido pagado? ¿Por qué queremos someternos a reglas y listas de cosas de lo que puedo o no puedo hacer, cuando Jesús por medio de su sacrificio rompió con todos esos esquemas?

Les voy a dejar pensando en esas preguntas y me gustaría ver sus comentarios al respecto, así que siéntanse en la libertad de comentar o preguntar lo que quieran. En la segunda parte de esta serie, empezaremos a analizar esas y más preguntas.

Continuará>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

J. Roig
www.casaespiritual.com

2 comentarios:

kingsdaughter dijo...

wow, usted tiene toda la razon. Es triste que aunque sabemos que Cristo, nos ha hecho libres, aun permitamos que los religiosos de nuestro pais, nos pongan cadenas dificiles de llevar y que nos dejamos poner "en nombre del Cristo" que fue quien murio para librarnos de ellas. Gracias. Estoy deseosa de leer la segunda parte, como la encuentro? Bendiciones

Jose G. Roig dijo...

Gracias por su comentario. La parte 2 y 3 estan en el blog, puede verlas en los que se publicaron en Febrero y Marzo de este año. Dios le bendiga.